Desde que me fui de mi tierra malagueña apenas me doy cuenta de que es verano, y es que me falta la playa, pero a cambio hay campo, pajaritos, lagos y muchas frutitas silvestres, de esas que te encuentras paseando y son como pequeños tesoros de la naturaleza.
En mi jardín de la casa de las mariposas tengo unos groselleros yo diría que ancestrales, y cuando llego en verano están escondidos debajo de miles de plantas que no tienen nada que ver con ellos y que me recuerdan la selva.
Casi tengo que luchar a brazo partido con la guadaña |
Esto está ya medio qué |
Y aquí está el preciado fruto |
Bueno, pues me dejo ya de preámbulos y vamos al grano, o sea, a la mermelada (que por supuesto es sin azúcar)
Necesitamos:
750
gr grosellas negras
Lavamos
las grosellas y las cocemos en una cacerola con la estevia y el
xilitol hasta que se hay reducido el liquido que sueltan.
Debe quedar una textura espesa más o menos así:
Echamos
la mermelada caliente en botes de cristal esterilizados, cerramos y
ponemos los botes bocabajo para que se haga el vacío. Una vez
abierto el bote conviene consumirla en el plazo de una semana, ya que
si no fermenta.
Los
botes podemos esterilizarlos fácilmente llenándolos de agua
hirviendo (no olvidar la tapadera y el borde). Tiramos el agua y los
dejamos secar bocabajo.
La mermelada de grosellas negras tiene un sabor recio que se presta muy bien para rellenar algunas tartas, como ésta (aunque ponga de arándanos se puede hacer perfectamente con grosellas) y por supuesto las tartaletitas con mermelada y queso fresco, que están de miedo en una fiesta de verano.
Rocio que textura tan fantástica!!!
ResponderEliminar1 tarrito para mi jjjjjj
Un saludito
Sí, tiene una textura espesa por no apelmazada (como pasa a veces con el agar-agar), sólo se trata de cocer las grosellas el tiempo suficiente y fuego lento.
EliminarQue tengas un buen verano!!